Confianza plena


La confianza representa un estado de bienestar tanto con nosotros mismos como con el entorno que nos rodea. Cuando depositamos una confianza auténtica y arraigada en nuestro interior, somos capaces de enfrentar cualquier situación de la vida. Esta confianza se convierte en una fuerza invencible y renovadora que establece los cimientos de nuestra existencia en lo verdaderamente significativo.

Confiarse a manos amigas, sabiendo con certeza que nos sostendrán, es optar por la seguridad, enfrentar los riesgos y compartir tanto los momentos de ascenso como los descensos. Al ser conscientes de que el verdadero valor de la vida radica en creer en nuestra esencia y alcanzar nuestras aspiraciones, es entonces cuando Dios se manifiesta de diversas maneras.

En ocasiones, Dios se disfraza como un niño pequeño que nos saluda con una sonrisa al cruzarse en nuestro camino. Otras veces, adopta la apariencia de un compañero de travesía, un transeúnte desconocido, un padre, una madre, un hermano o un amigo. Todos estos disfraces divinos son los que verdaderamente nos sostienen, especialmente en momentos de adversidad.

Encar
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