Optar por desgastarse


La vida se asemeja a una caja de lápices de colores, donde cada día es una oportunidad para pintar el lienzo de nuestras experiencias. Con cada trazo, nuestros lápices se desgastan, pero su esencia perdura en las obras que creamos.

Al elegir pintar el cuadro de lo cotidiano, nuestros lápices se desgastan, pero no es en vano, ya que cada color que ofrecemos queda plasmado en un lienzo eterno. Desgastar nuestra caja de lápices implica compartir lo mejor de nosotros: colores alegres, respetuosos, misericordiosos o llenos de fantasía.

Podemos conservar nuestros lápices intactos, perfectamente alineados en su caja, o podemos usarlos generosamente, dejando que sus tamaños y formas se transformen con cada creación. Optemos por «desgastar» nuestros colores, ofreciendo lo mejor de nosotros mismos, aunque eso signifique sacrificar un poco de nosotros mismos por el bienestar de los demás. Después de todo, ¿no fue así como actuó Aquel a quien seguimos?

Encar
www.reflejosdeluz.net



Artículos relacionados

Deja una respuesta