Todo está conectado | Laudato Si´


El problema ecológico no es una cuestión que afecta solo a la naturaleza material, sino que es un problema eminentemente humano, en un doble sentido: porque los humanos somos la verdadera causa del problema ecológico, y porque sus consecuencias afectan a todos los seres humanos. La solución a este grave problema pasa necesariamente por el cambio de nuestro comportamiento.

Nuestra vida está estrechamente vinculada a la naturaleza, en su sentido más amplio. No podemos vivir al margen de los demás seres creados. Y, mucho menos, destruirlos. «En la medida en que todos provocamos pequeños daños ecológicos estamos llamados a reconocer nuestra contribución —pequeña o grande— a la desfiguración y destrucción del conjunto de la creación» (LS 8).

El cambio en los hábitos de consumo es fundamental, porque los residuos que generamos van a impedir que el planeta Tierra sea sostenible. Por ello, es necesario huir del consumo desmesurado; esto exige un cambio global en los modelos de producción, lo cual a su vez comporta riesgos que debemos prever y, en la medida de lo posible, evitar.

La defensa de la naturaleza será auténtica cuando incluya también a todos y cada uno de los seres humanos, especialmente a aquellos que viven en situaciones de injusticia o de miseria. Defender a cualquier ser vivo comporta defender la dignidad de cada ser humano, sobre todo de los que se sienten excluidos de la sociedad. No tiene sentido mostrar más interés y esfuerzo en defender a otros seres vivos que en defender a los humanos (cf. LS 90).

Tampoco tiene sentido pisotear la dignidad de un ser humano para defender la de los animales. La preocupación por la naturaleza no es auténtica si no incluye la preocupación por los seres humanos. El ser humano vive en relación consigo mismo, con los demás, con Dios y con la Tierra. Debe mantenerse un equilibrio en estas cuatro relaciones; si una falla, se pierde la armonía y algo se quiebra. Por eso, la verdadera ecología tiene consecuencias sociales (cf. LS 91).

Todo está conectado. Cuando alguien es cruel con algún ser vivo, está más cerca de utilizar la crueldad en su relación con los otros seres humanos. La ecología debe ser concebida de modo integral (cf. LS 92).



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