
Si una obra no es fruto explícito de lo que soy en lo profundo no dirá nada a quien la contemple.
El arte es expandir lo que somos, expresarnos como somos y transmitir lo que se mueve en nuestro interior.
Las cosas recobran vida y sentido cuando se expresan, cuando se hablan, cuando se lloran o se ríen… en definitiva, cuando salen de nosotros en la forma y color por los que optamos.
Puede parecer simple, pero no lo es, porque no siempre lo que hacemos lo vivimos desde dentro y no todo lo que creamos es fruto de nuestro mundo interior.
Por eso, es importante no dejarnos llevar por los acontecimientos dolorosos o alegres que experimentamos. Lo importante es reposar esos acontecimientos y sacarlos al exterior para conocerlos, acogerlos y trabajarlos.
Encar
www.reflejosdeluz.net
www.reflejosdeluz.net