
El hecho de levantarse por la mañana ya es una decisión, y el cómo vivimos cada minuto de nuestra vida son opciones que nos ofrecen posibilidades de ser y dar sentido a aquello que somos.
La pluma con la que escribimos cada instante de la vida es guiada por nuestra mano, y desde ahí trazamos lineas rectas o curvas, tachones o letras limpias, palabras con sentido o frases carentes de él… Somos nosotros los que decidimos el resultado final de ese papel en blanco que vamos convirtiendo en un elemento transmisor de nuestras decisiones.
El destino no está escrito, pero el camino hacia él sí porque es este mismo momento, el aquí y ahora.
Para que la pluma escriba es necesario un tintero que dé color a nuestra escritura, sin ello nuestros trazos serán invisibles y no dirán nada a nadie, ni a nosotros mismos.
¿Con qué tintero impregno la pluma de mi vida? ¿que tipo de papel escojo para escribir? ¿dónde y cúando escribo? ¿cómo son los rasgos?…
«Dios escribe derecho en renglones torcidos» ¿y yo?
Encar
www.reflejosdeluz.net
www.reflejosdeluz.net